lunes, 9 de julio de 2007

Madame Blavatsky, una urbanita más





Le había dado mi shawarma. Ni siquiera había tenido muchas ganas de comerlo, pero lo había ido a comprar, y una lata de refresco sin gas, poco fría. Cuando sales de un antro lleno de humo eso te da lo mismo. Me había llamado cuando yo ya tenía la llave en la mano. En una retahíla sin fin me contó su vida en verso, y que la gente de esta ciudad es una desaboría y que el agua es pésima, me he quemado con el sol, todo el día en la playa tirado, aunque iba en chándal, y parecía un guiri. Digo ya somos dos. Me vi envuelta en una vida ajena sin comerlo ni beberlo. Era sevillano y me contó que le habían robado la maleta, tres rumanos, a punta de navaja. Que había salido del hotel, que iba para la estación de Sants, que le habían robado la maleta. Que no tenía nada. Creo que había pasado el día por ahí. El shawarma en mi bolso dorado. Las llaves en la mano. Quería saber si le podía bajar agua, porque el agua de esta ciudad es una mierda. Pero yo no tenía agua, subir cinco pisos con 5 o 8 kilos a peso a veces me quita las ganas de vivir. Ese día no tenía agua en casa. Tampoco iba a subir cinco pisos por el sujeto éste de ojos azules que me había parado y que había captado mi atención preguntándome por la Plaza Catalunya. Luego empezó a hablar y no pararía. No había comido en todo el día, no tenía dinero para los billetes, no tenía identidad, no tenía móvil, no tenía nada. Las llaves de una casa que se encontraba muy lejos. Yo, las llaves de una casa que estaba allí mismo. No había comido nada y yo saqué el shawarma que asomaba por mi bolso y se lo tendí. Le daba vergüenza, era raro ponerse a pedir en la calle dinero a la gente, a él le daba vergüenza, en esta ciudad hostil. Se había acercado a una mujer que había huido despavorida al verlo. Pero iba normal, no iba vestido de indigente, eh. Pensé, como yo, lo de huir despavorida. Si no me llego a girar y a ver que era un chico normal. Normal.

Me negó más de tres veces, por vergüenza, no cogía el shawarma, pero yo se lo tendía. Y usted se va a quedar sin comer. Digo no me llames de usted. Y es que en su tierra les dicen de usted, yo sabía lo de ustedes, pero no lo de usted. Porque mi familia es de Cádiz. Yo se lo tendía y al final lo cogió y lo comió con avidez, y bebió la lata. Entonces le iba a dar dinero para una botella de agua, quería que lo acompañara yo, que viera que no me pedía dinero sino agua, que es una gran diferencia. Como los mendigos que un día tienden la mano y ya no la vuelven a recoger. Pero éste tenía dinero, sólo que se lo habían quitado. Había venido a una entrevista de trabajo. No sé si al final me quedaré, porque le pagaban el doble, pero claro, en esta ciudad hostil, en esta ciudad de gente desaboría, de imperio turístico y de agua repugnante. Me dijeron una vez que las depuradoras no filtran bien las compresas y los condones usados que se tiran y que eso hace mermar la fertilidad de los hombres. Desde entonces subo cinco pisos con 8 kilos a peso. Aunque soy una mujer, quiero preservar la especie. Y no sabía si vendría a Barcelona, pero sí que si venía me iba a invitar a comer, a mí, a mi marido, novio o amante. Pero no tengo, le dije, así que si vuelve le saldrá barato. Le iban a pagar el doble si venía, pero quién se viene a una ciudad húmeda y sofocante como ésta, Barcelona es poderosa, Barcelona tiene poder. Entonces fui con él a comprar el agua. Tenía el shawarma medio devorado ya, a esas alturas, y una sed de mil demonios. Volví al paki y compramos agua de la más fresca. Cógete unas galletas para desayunar mañana, cuando estés tirado en la playa achicharrado y escocido sin saber si te puedes ir a casa, pensé. Pero no quiso, porque me lo van a robar en la playa o se me va a caer, como los cuatro euros en monedas que le ofrecí y que tampoco quiso porque no quiere dinero. Quiere volver a casa. Quiere dormir en una cama y ducharse. Pero yo no podía ofrecerle mi casa, ¿podía?, que vivo con más gente y tenemos normas muy estrictas acerca de qué gente llevar a dormir a la chabola de la rambla, normas estrictas, dice. Y no te conozco, veo que eres buena persona pero no te conozco y mis compañeros no sé si… entonces dijo que lo entendía. A todo esto la historia no me cuadraba mucho o no sé si buscaba yo una excusa para no tener cargo de conciencia si no le acogía. Había ido a los mossos, sí, a poner la denuncia, pero no le habían podido ayudar más, no tienen fondo para billetes de gente que se quiere ir a casa sin identidad ni móvil. Son funcionarios. ¿La familia? Bien, gracias. La familia estaba de bodas de plata en Italia. ¿Puede alguien inventar una mentira tan sublime? Bodas de plata, 25 años de amor entre tus padres, (¿sin hermanos, en Sevilla?). Y en Italia. Nada de en Venecia, en Florencia o en Verona. En Italia. En esa amplia extensión que es todo un país. Todo le debía parecer tan grande entonces a Ángel, dos besos, que entonces el viaje era a toda Italia, como estaba perdido en el mundo.

Dicen los que me conocen y me consuelan que nunca olvidará eso, un shawarma caliente, un agua fresca y un adiós frío, dos besos. Como si te presentan a alguien en esa discoteca alienante de la que vienes, con gafas de sol de noche. Pero tal vez nunca lo olvide, porque lo dejé tirado y me fui a mi camita. Aunque dijo que me había portado. Dijo que se iba a ir para la plaza, él no sabía que toda la rambla es rambla y no es plaza. Los que me conocen y me quieren dicen que ya hice bastante, los que le conocen y quieren a Ángel no estaban allí, no sé lo que dirán. Pero allí no estaban, ¿los viste? Siempre, para los que te quieren, haces bastante, pero para los que no te conocen pero te piden ayuda, en cualquier ciudad hostil, sombría y alta del mundo, ¿haces bastante? ¿En qué se ha convertido la ciudad? ¿En qué nos hemos convertido los urbanitas?

Luego no podía dormir, por eso y porque en mi casa hay
bichos. Insectos urbanitas.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Como he sido una de las instigadoras del blog, me doy el lujo de colgar el primer comentario (^_^)v

M'ancantau la historia. Sobretodo la referencia al escocimiento del chico por haber andado todo el día "in the heat of the night" (gran canción, ¿no salía en Dirty Dancing?) y la parte en la que Italia se convierte en un gran territorio uniforme, jejeje.

Ahora te añado a mis favoritos y a esperar la nueva entrega. Que nerviosssssss (!)

Anónimo dijo...

Espero no encontrarme jamás en la situación de este chico, si es que al final era cierta la historia que te contó. ¿Qué habrá sido de él? ¿Continuará la historia?
Por cierto, me ha impactado lo del agua que no se filtra bien y la esterilidad. Mu fuerte. Pero para fuerte, fuerte, lo de las cucarachas. El tema se merece otro post, así que ya sabes.

Anónimo dijo...

¡Qué diseño más chulo!

¡Y qué texto más largo!

Me han entrado ganas de comerme un shawarma...

XDDDDDDD

Anónimo dijo...

Hola!

Me mola mucho tu blog, Laura. Acabo de entrar... el texto es demasiado largo pa mí en estos momentos, pero me quedo con esa frase de que la mejor religión es la verdad... mmm... muy mística a la altura de la Madame que eres jeje ;-)

Saludos, Marc

eightiesfan04 dijo...

Qué bien laura, ahora podremos leer tus historias además de haberlas escuchado 5 veces antes en casa. Estoy muy contenta.

eightiesfan04 dijo...

XD

Anónimo dijo...

Hola Laura,
¿Es cierta la historia esa? Vaya paranoia, ¿no? Espero que no se te quede cargo de conciencia, que sepas que, por lo menos, ya has hecho más de lo que hubiese hecho yo... vamos, eso creo.
Me ha gustado tu blog, le iré echando un ojo de vez en cuando.
¡Un beso desde Mallorca!
David

Madame Blavatsky dijo...

Hola a todos!
Muchas gracias por la gran acogida que ha tenido mi blog. Me alegro de que os guste.
La historia es totalmente cierta y, probablemente, es la que me ha llevado a comenzar este blog que hacía tiempo que quería hacer, porque me ha dejado huella. Me gustaría que comentárais algo acerca de ella, tú fashion, ya lo has hecho, gracias.
Sonia, tú siempre tan maja...

Un beso a todos!!

Anónimo dijo...

Hola!

Ya sabéis, el anónimo soy yo, Marc, o como escribió un amigo de un taller literario al que fui hace años: ano nimo.

Pues me ha encantao la historia... difícil situación la que viviste Laura..., yo tampoco lo hubiera subido al piso... nunca se sabe y aunque me joda la desconfianza... si no conoces a la persona mejor no arriesgarse. Lo de la comida y el agua fue todo un detallazo. Creo que es buena reflexión la que haces al final: ¿en qué nos estamos convirtiendo? somos hospitalarios con la gente que aparentemente lo necesita??

Por cierto me ha gustado la forma en la que cuentas la historia ;-)

Hasta pronto, el ano nimo

Anónimo dijo...

Que cosas te pasan!
Y con un shawarma... Vaya, que no podías llevar un bocadillo de chorizo.
Seguro que yo habría salido huyendo (que te voy a contar...)

El blog está muy bién, ya tardabas, jeje.

Un beso.

Anónimo dijo...

sí, ya lo comentamos pasado mañana si eso y te cuenotlos detalles... más, si cabe.

vaya, ahora resulta que soy la única pardilla del mundo que se implicó... si es que no se me pué dejar sola...

La autora

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena por este nuevo blog! La historia es trepidante, y lo que más me ha gustado, sin duda, es el final. Planteas preguntas morales, y al final las resuelves diciendo que no podías dormir por las cucarachas! juasssssssssss. Brillante. ¡A seguir!

Madame Blavatsky dijo...

Muchas gracias cocamarin, me alegro de que te haya gustado. Seguiremos adelante!

Las preguntas morales esperan ser contestadas... si os animáis...

Anónimo dijo...

Ah... entonces... ¿las preguntas morales iban en serio?

Madame Blavatsky dijo...

Pues claro!!!
Es que no me ves capaz de plantear preguntas morales, es que no te ves capaz de responderlas o es que pensabas que la historia era falsa y que yo era una muchacha sin corazón??