lunes, 31 de diciembre de 2007

Nochevieja


Y, siguiendo con recuerdos navideños, ¿quién no recuerda aquel videoclip de Boney M cantando la archiconocida pieza "Feliz Navidad, Próspero Año y felicidad", con un acento imposible, pero eso sí, en español? Bueno, mitad en español y mitad en inglés:
I wanna wish you a merry christmas
I wanna wish you a merry christmas
I I wanna wish you a merry christmas
From the bottom of my heart
Estrofa que no todos los españolitos entendían. Y hablando de españolitos, ¿recordáis esa canción de Mecano "entre gritos y pitos los españolitos, enormes, bajitos hacemos por una vez algo a la vez"? No he encontrado nunca mejor definición de nuestra "grape thing", como he oído que lo llaman algunos del extranjero. Y, cómo no, siempre con el toque surrealista y castizo-movideño del grupo ochentero más famoso del panorama españolito (¿¿enormes, bajitos?? sin olvidar la pedazo de rima, eso sí, consonante).
"Un año más"
Mecano

En la Puerta del Sol como el año que fue
otra vez el champán y las uvas y el alquitrán,
de alfombra están,
los petardos que borran sonidos de ayer
y acaloran el ánimo
para aceptar que ya pasó uno más.
Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás
hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antes de la cuenta atrás.
Marineros, soldados, solteros, casados,
amantes, andantes y alguno que otro cura despistao
Entre gritos y pitos los españolitos enormes, bajitos
hacemos por una vez, algo a la vez.
Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás
hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antesde la cuenta atrás.
Y aunque para las uvas hay algunos nuevos
a los que ya no están echaremos de menos
y a ver si espabilamos los que estamos vivos
y en el año que viene nos reímos
1, 2, 3 y 4 y empieza otra vez
que la quinta es la una y la sexta es la dos
y así el siete es tres.
Y decimos adiós y pedimos a Dios
que en el año que viene
a ver si en vez de un millón pueden ser dos.
En la Puerta del Sol como el año que fue
otra vez el champán y las uvas y el alquitrán,
de alfombra están.
Atención al análisis del fenómeno de los cuartos: "1, 2, 3 y 4 y empieza otra vez
que la quinta es la una y la sexta es la dos
y así el siete es tres". Sencillamente maravilloso, es que ni Ramón García lo explica mejor, vamos.
Y ya sólo me queda formular un último deseo para el Año Nuevo: que se siga llamado a esa noche Nochevieja, por favor.
Que todos vuestros deseos se hagan realidad... con la magia del año nuevo.

sábado, 22 de diciembre de 2007

A Christmas Carol


Todo el mundo recordará, probablemente, en las mañanas del 24 de diciembre de cada año, la reposición del archifamoso "Cuento de Navidad" de Dickens, tal vez más conocido simplemente como Míster Escruch, en mil formatos diferentes. Un año eran Mickey, Donald y el tío Gilito (a saber el porqué del nombre en español, ya que en inglés es un pato escocés tacaño llamado McDuck, y en Latinoamérica Rico McPato, nuestros compañeros de lengua siempre tanto más acertados en estos apelativos. Tal vez hubiera sido más adecuado Tío McPujol, por aquello de mantener los prototipos comunitarios) quienes ilustraban el famoso cuento de marras, con un ratón Mickey trágicamente triste al llegar a su fría y desolada casa, sin nada que darles a sus ratoniles crías, acostados ya por la mamá Minnie. Otras veces era simplemente el cuento "en película", con un tétrico y hasta decrépito Ebenezer Scrooge, que decías, joder con el viejo rata éste, si está hecho polvo, para qué querrá almacenar su dinero si la va a palmar pero que ya. Pues una vez más, nos encontrábamos ante el tipo del avaro, por más que los niños de los 80 no tuviéramos ni idea de lo que era eso, ni de quiénes eran Balzac ni su puñetera madre.

Como véis, nuestras vidas ya estaban ligadas a los cuentos de por vida, aunque fuera en formato televisivo. A mi favor debo decir que leía cuentos desde los 4 años y veía los Gremlins desde los 2 (¿¿¿o antes???). Otro de mis recuerdos navideños entrañables.