sábado, 22 de diciembre de 2007

A Christmas Carol


Todo el mundo recordará, probablemente, en las mañanas del 24 de diciembre de cada año, la reposición del archifamoso "Cuento de Navidad" de Dickens, tal vez más conocido simplemente como Míster Escruch, en mil formatos diferentes. Un año eran Mickey, Donald y el tío Gilito (a saber el porqué del nombre en español, ya que en inglés es un pato escocés tacaño llamado McDuck, y en Latinoamérica Rico McPato, nuestros compañeros de lengua siempre tanto más acertados en estos apelativos. Tal vez hubiera sido más adecuado Tío McPujol, por aquello de mantener los prototipos comunitarios) quienes ilustraban el famoso cuento de marras, con un ratón Mickey trágicamente triste al llegar a su fría y desolada casa, sin nada que darles a sus ratoniles crías, acostados ya por la mamá Minnie. Otras veces era simplemente el cuento "en película", con un tétrico y hasta decrépito Ebenezer Scrooge, que decías, joder con el viejo rata éste, si está hecho polvo, para qué querrá almacenar su dinero si la va a palmar pero que ya. Pues una vez más, nos encontrábamos ante el tipo del avaro, por más que los niños de los 80 no tuviéramos ni idea de lo que era eso, ni de quiénes eran Balzac ni su puñetera madre.

Como véis, nuestras vidas ya estaban ligadas a los cuentos de por vida, aunque fuera en formato televisivo. A mi favor debo decir que leía cuentos desde los 4 años y veía los Gremlins desde los 2 (¿¿¿o antes???). Otro de mis recuerdos navideños entrañables.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi recuerdo navideno ineludible es Quien engano a Roger Rabbit? De pequeno me daba miedo el malo de los ojos saltones...

Y mi imagen de Scruch, lo siento, pero es sin duda y para siempre el senor Burns.

Excelente!