Eres el ave del Americano,
Sobrevuelas y ensombreces llanuras,
Pico, plumajes, uña y espesuras,
Eres como el perro del hortelano.
Persigues sólo a los pollos mundanos,
Avechucho con faldas y negruras,
A las zorras, de queso las saturas,
Eres espíritu de tertulianos.
Vedete de siniestro vodevil,
Se auguran con tus tripas mil desgracias;
Clausura tu pico, bellaco y vil,
No alimentes, presente, las falacias
De almas atormentadas, que hay diez mil,
De los suicidas no rías las gracias.