domingo, 12 de febrero de 2012

You wanted to treat me right

Querrías llevar un casco para proteger tus emociones
Y así no derrochar más cráneo en las calzadas,
Y así aumentar tu masa encefálica
Y pintarla de otros tonos,
(No de gris)
Pues la materia grisácea se te vuelve a veces negra.

El quinto elemento de tu testa es alabastro,
Y tú querrías que el color no fuera blanco,
Y así acabar de un golpe con el martilleo de tus sienes,
Con el cocoteo de los picos y espolones,
Con esa lucha absurda, gallinácea y desmedida.

Quieres tratarme bien,
Y acaricias con tus manos el último reducto de mi piel mineral
Que aún no ha sufrido fustigado por la vara,
Y piensas remordido que es pequeño,
Lo ves como un retal mal ensartado,
Mal hilvanado,
Mal pespuntado,
Mal recortado,
Pero es que mi dermis toda está hecha de carrara,
Eso no lo tuviste en cuenta.
¿No te dije que mi esqueleto es de adamanto puro,
Alguna de esas noches peregrinas?
Pues soy calcárea,
Stone and bone,
Soy de caliza.
Soy de antracita y zirconita,
Soy de arenisca y de cuarcita y de granito.
Mis huesos son de piedra, oraculares,
En ellos ya te he escrito mil verdades.
You wanted to treat me right
And I believe you.
And you treated me so right
Que no me voy. Me quedo.
Para secarte la frente,
Para contar tus pastillas,
Ahuyentar tus pesadillas.

Tus ojos son tan oscuros como un sumidero por donde se escurren
Mi entretela de perra,
La cera de mis párpados,
Y la pus de mis heridas.

Because you make me suffer,
“you make me stutter,
Stunt driver,
Pizza scooper,
Tall buildings,
Stutter”.
In your own words, once.

lunes, 6 de febrero de 2012

Traumatic Brain Injury

Me dabas un poco de vida y un poco de muerte cada día,
Pero ¿cómo no haber amado tus ojos rasgados y oscuros como charcoal,
Que ríen de día y acuchillan de noche,
Matando y alimentando a las abubillas de tu cerebro?

The silent epidemic viene astutamente,
Like a thief in the night,
Como el Coco para comernos,
El temible Sandman para llenar de arena nuestros ojos colmados de sueño y sueños.
El Hombre del Saco secuestrando nuestras fantasías de vagar en libertad
En callejones.
El Bogeyman arañando los cristales por la noche,
Haciendo chirriar las uñas y congelando la sangre,
Tomando la forma de aquello que más te aterra:
El lóbulo frontal de tu cerebro.